CHOZA CDMX - Caguamitas, Arroz & Wagyu
Bienvenidos a MySpace, aquí tienes que darle play a esa melodía antes de que sigas, me encontré en Instagram unas fotos de comida Thai y era un restaurante de en la CDMX, los empecé a seguir por que la comida se veía muy buena, compartían canciones de vez en cuando y tenían mucha pasión para la cocina, específicamente por los ingredientes y se veían las ganas de crear cosas de calidad para los comensales.
Cocinaban por lo que veía en las fotos en woks grandes y mucho fuego, que un requisito de cocinar así es la necesidad de que no haya una variación tan fuerte del calor constante para poder despegarlo, por eso luego cocinando en casa podría resultar una mala idea andar despegue y despegue el wok por hacer show.
Por otra parte, la técnica necesaria para cocinar así debe ser grande, pues la misma temperatura hace que el mismo platillo al fuego un minuto extra podría no dejarlo arruinado.
Pero volviendo al tema de CHOZA, llegamos a la ubicación por GPS y había un portón negro que decía que tenías que tocar el timbre para tener acceso, tocamos el timbre y nos abrieron casi de inmediato, la persona que nos recibió nos dio un número como de reserva y nos dijo que el tiempo aproximado de espera era de 2 horas por mesa pero que tenían un bar en el piso de en medio donde tenían algunas cosas de carta y bebidas.
Decidimos ir por la experiencia y esperar en el bar el tiempo necesario mientras echábamos unas cheves, la parte del bar esta con un mood muy relax y arreglado con playeras, dibujos y algunos cuadros en pared, a nosotros nos tocó sentarnos y el respaldo era un saco de arroz jazmín y un saco de sal de mar.
Tienen música, cervezas, mezcales y una bebida smoothie la cual no recuerdo su nombre, pero era lo que la gente más pedía, se ve que es un lugar muy concurrido, en este bar hay hasta juegos de mesa, vimos gente jugando ajedrez y algunos preferían la plática.
Nuestra espera fue de alrededor de una hora y quince minutos, nos subieron a un lugar abierto pero casi inmediatamente empezó a llover y nos reubicaron al centro del restaurante.
El restaurante es pet-friendly, nos tocó que hubiera familias y gente de todas las edades, el restaurante es una terraza techada, con espacio suficiente como para 17 mesas, justo subiendo se encuentra el DJ que estaba pinchando la rola que puse al principio, me di el gusto culposo de shazamearla para darle el toque adecuado a lo que vivimos.
En la subida de las escaleras, junto a los baños pegan los menús que han tenido, con hojas de colores para distinguir que es lo que se está cocinando en ese momento, yo incluso intente comer algo que estaba fuera de la carta ya, pero había visto una foto, es decir, que cada que vas es posible que tengan un menú diferente, aquí demuestra el sentimiento del restaurante por evolucionar en la comida que están sirviendo.
Aquí lo hacen como se ve en las fotos, la cocina es un campo de guerra, el fuego, el humo, los olores se juntan en el aire, un espacio donde todos los cocineros parecen tener la misma filosofía y aprecio a la comida que están sirviendo, se les puede ver orgullosos de estar cocinando cada platillo.
Te dejo una foto del menú el día que fuimos:
Nosotros ordenamos el Ceviche peruano al principio, es un ceviche que se tiene que comer al mismo tiempo, el primer bocado que tome casi todo menos la salsa que lo acompañaba el sabor del jengibre era demasiado fuerte, esto creo es lo maravilloso de este plato, el balance que logran con varios ingredientes que individualmente sus sabores te llamarían hacía un extremo.
Para el segundo tiempo nos aventamos un WAGYU JIN TUP PARA CHELEAR, pues que te puedo decir, las fotos no hacen ni justicia a lo rico que está, es un pedazo de wagyu cocinado en leña cortado en rebanadas acostado en una salsa verde, acompañado de más wagyu triturado con lo estoy casi seguro era cebolla.
Pocas veces en la vida dan ganas uno siente que el instinto de acabarse todo no puede ser mayor al de comer despacio y disfrutar.
Un platillo excelente y recordable, aún ahora me llego de nuevo el sabor a la boca, como el mismo plato lo comenta, esta bueno para acompañarse con una carta blanca.
No me podía ir sin probar algo de arroz, el ARROZ FRITO BIRYANI, una delicia también. Venía un pedazo de carne similar a la textura de la barbacoa, en medio del arroz.
El arroz es de coco, que básicamente es arroz pero en su preparación lleva leche de coco y le da un sabor distinto al arroz blanco, el arroz thai es un arroz más corto que el que usa en la cocina japonesa.
El arroz venía con la salsa de menta que acompañaba el sabor del platillo completo. Me encantó y quiero algún momento poder replicar un platillo así de bueno en casa.
El lugar es un espacio donde ellos buscan tener diversión, se pueden ver algunas pesas, un costal de box y una barra para hacer push ups.
El baño tiene el toque de tener hasta salsas de pescado entre otras cosas. quieren que el espacio tenga vida propia y cambie cada día que el restaurante abre.
Nuestro veredicto para CHOZA, la comida es admirable, el amor por la música y ambiente se deja notar, va mucho más allá de solo cocinar, trae todo un estilo de vida del chef y líder del lugar, que se le puede ver divertirse de cocinar, compartir y comer parado junto a alguien que recién lo visita en un tambo de pintura de metal como mesa.
Es un riesgo alto el tener un espacio así, podría salir muy muy bien o muy mal. Y para mí en este caso, el lugar y la música no le gana a la calidad de la comida, sin embargo, tiene la armonía necesaria para acompañarse y hacer algo único, algo así como su ceviche ❤.
Es por eso que en esta reseña el Señor Teriyaki le otorga una calificación de Estrellas Teriyaki:
⭐⭐⭐⭐⭐ 5/5 TODO EL LUGAR
Puedes visitarlos en la siguiente ubicación, ¡Nos leemos pronto!